Santo Domingo - Hubo banquetes tradicionales, juguetes y ropa nueva en la vivienda de Deidamia Cabrera durante los festejos de Nochebuena, ¿Pero y ahora qué…?
Su casa seguirá teniendo la madera vieja, carcomida en muchas de las esquinas y tendrá el mismo zinc oxidado lleno de filtraciones, lo que hace de la convivencia en ese lugar un infierno.
Una pequeña cañada que recorre todo El Kilombo, ubicado en el sector Herrera, desemboca en los alrededores de su hogar, lo que provoca grandes charcos amarillos que se mezclan con desechos y materias fecales.
Los perros callejeros, demacrados y con aspecto insalubre improvisan su propia morada a las afueras de la puerta de la casa de Deidamia, cerca de las bolsas de basura que se aglutinan y que atraen mosquitos, ratones y cucarachas.
Ella hace un llamado al Gobierno dominicano para que le tienda la mano y la traslade a otro lugar en mejores condiciones.
“Quiero que me saquen de por aquí, porque esto aquí cuando llueve se me inunda de agua de mala manera, me inunda las habitaciones y los hijos míos sufren mucho. Hace tres meses dos estuvieron interna porque se infectaron de dengue, entonces la situación mía, ustedes las están viendo”, dice Deidamia.
“Yo necesito que me ayuden a comprar un terrenito en otro lado para yo construir en otro lado”, expresa la mujer, madre de siete hijos.
Varios de sus niños caminaban descalzos sobre el lodo y se enchumbaban en los charcos amarillos para irse a otras de las viviendas cercanas que estaban en las mismas condiciones; otro de ellos orinaba en el agua posada donde posteriormente pisaría para entrar a su casa.
El camino de El Kilombo está repleto de hoyos y pendientes, por lo que es sumamente difícil bajar en vehículo hacia la morada de Deidamia, ya que se corre el riesgo de que el automóvil no pueda salir de ahí debido a una gran subida.
Aporte de los dominicanos
Gracias a la bondad de lectores de este diario, Deidamia recibió el pasado 23 de diciembre los alimentos necesarios para que anoche sus pequeños puedan sentir la magia de esta época.
Después de la publicación de “La ‘Nochemala’ de los pobres”, en la que Listín Diario contó la triste realidad de Deidamia y sus siete hijos, una familia que no tenía cómo disfrutar una Nochebuena digna, por primera vez Pedro Miguel, Daniel, Darian, Darianny, Deiry, Emerson y Devilson, recibieron los regalos que deseaban en esta Navidad: bicicletas, muñecas, videojuegos, carros a control remoto, canchas de fútbol y pelotas.
Las fundaciones Making Big Smiles, Mochilas para el Futuro y Arbaje Soni Decor, cumplieron los anhelos de los hijos de Deidamia.
Medios para ayuda
Ahora, para ayudar a esta familia, puede hablar directamente con ellos al 829-876-6398, porque el deseo de una de sus hijas de tener un celular se cumplió. Les queda por cumplir el tener una casa en mejor estado, que no se inunde cuando llueva.
Los que quedaron tristes fueron los vecinos de Deidamia, que viven en situación de pobreza similar a la de ella. Algunos se acercaron al equipo del Listín Diario indagando: “Ustedes son los que dan ayuda”.
Una familia de ocho miembros
Componente.
Los hijos de Deidamia Cabrera Otaño: Pedro Miguel tiene 6 años de edad; Daniel 8; Darian 10; Darianny 12; Deiry 15 y Emerson de 19. Todos recibieron con risas y asombro al equipo de este diario, mientras Devilson, de 17 años, estaba trabajando. El papá de Devilson y Emerson falleció, y el de los otros cinco es un anciano que vive en San Juan.
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