“Es un paso en la dirección correcta, pero un paso pequeño. La industria del plástico es extremadamente grande y altamente contaminante y vamos a tener que seguir elaborando más leyes”, afirmó a Efe el diputado opositor Samir Gozaine, uno de los impulsores de la nueva norma.
El objetivo de la Ley 492, que aún tiene que ser sancionada por el presidente y reglamentada para poder entrar en vigor, es que los establecimientos reemplacen progresivamente las bolsas de plástico por alternativas menos contaminantes como las bolsas biodegradables, de cartón, de tela o de hilo, explicó Gozaine.
“La tierra merece vivir sin contaminaciones y puede vivir sin los humanos, pero los humanos no pueden vivir sin la tierra”, apuntó el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Las bolsas de polietileno, recordó el político, tardan casi 400 años en descomponerse, mientras que las biodegradables desaparecen en tan solo 25 o 30 años.
Según el texto aprobado, los supermercados, las farmacias y las pequeñas tiendas tendrán 12 meses para adaptarse a la nueva normativa desde el momento en que esta entre en vigor, mientras que los almacenes y los comercios mayoristas contarán con 24 meses.
Los comerciantes tendrán la posibilidad de cobrar las nuevas bolsas a sus clientes, de acuerdo al documento.
La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) será la institución encargada de velar por el cumplimiento de la norma y los fondos que se recauden en concepto de multas irán destinados a programas de reciclaje.
El Ministerio de Ambiente, por su parte, se encargará de reglamentar la norma, precisó Gozaine, que impulsó la iniciativa junto al diputado Miguel Fanovich, del Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena).
La medida ha sido muy aplaudida por los ambientalistas, pero muy criticada por los comerciantes, que temen que pueda desincentivar el consumo y encarecer el precio de la canasta básica.
“La libre competencia va a obligar a los establecimientos a seguir ofreciendo alternativas y, si en algún momento eso implica un pequeño aumento de precios, yo creo que es un sacrificio que tenemos que hacer los seres humanos para contribuir a la conservación del medioambiente”, declaró el político.
Con la aprobación de la ley, Panamá se convierte en el primer país de Centroamérica en prohibir las bolsas plásticas, una medida que ya han adoptado muchos países europeos, como España, Irlanda y Francia, y otros países latinoamericanos, como Colombia.
La ONU estima que cada año se vierten en los mares 8 millones de toneladas de plástico y que, de seguir así las cosas, en el año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos.
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