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| Jomi Santelises |
Lamentablemente en nuestro país, vemos casos que en realidad es para reírnos, como el hecho de que algunas figuras públicas se creen las últimas coca colas del desierto.
Acostumbran a manejarse bastante mal, cuando no están en el estrellato alaban a la prensa, claro nos alaban cuando están abajo y en búsqueda de fama.
Pero cuando están arriba, allá en el firmamento, para ellos la prensa no sirve, no nos dan el respeto que nosotros los periodistas merecemos.
Esas estrellas entre comillas, cuando consiguen la oportunidad de trabajar en varias peliculitas o programas de televisión, de una vez buscan una amiga o amigo para hacerlos ver como sus representantes.
Sin embargo, esos representantes se creen más celebridad que las mismas figuras, pero al ser manejadores de fulanita de tal, creen que van a brillar como una estrella, "error", se pierden en la oscuridad.
Pero no es solo eso, también pierden la humildad, creen que comportándose así, van a llegar a ser estrellitas de Hollywood.
Una cosa es ser estrella, y otra cosa es comportarse como la gente, eso de representantes les lucen a los artistas de renombres y figuras de nombres de alto nivel.
He tenido la oportunidad de entrevistar a figuras públicas que si les lucen tener representantes y si embargo se comportan como la gente como verdaderas estrellas. Porque el problema nos es que tengan representantes, es que quieren dárselas en importantes cuando aún todavía les faltan mucho por escalar.
Otros, disque no les gustan las entrevistas porque se quieren conservar demasiado, pero en realidad es que no les gustan hablar, pero claro no es obligado, ellos se lo pierden. De continuar así, no es ha Hollywood que van a llegar, si no a los premios de Puerto Príncipe en Haití.
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