El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, insistió hoy en que su partido negociará con los republicanos solamente cuando se reabra la Administración federal, parcialmente paralizada desde el 1 de octubre, y haya un acuerdo para elevar el techo de la deuda.
Si la Administración se reabre y los republicanos aceptan aumentar el límite de endeudamiento "negociaremos sobre cualquier cosa", dijo Reid a los periodistas tras haberse reunido con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca.
Ante la insistencia de los periodistas sobre si los demócratas negociarán mientras el Gobierno siga cerrado, Reid respondió: "Eso no va a suceder".
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes presentaron hoy un plan para elevar el techo de la deuda, que se alcanzará dentro de una semana, y lo calificaron como un "esfuerzo de buena fe" que será presentado a Obama durante la reunión que mantienen hoy con él.
"Espero que el presidente vea esto como una oportunidad y un esfuerzo de buena fe de nuestra parte para acercarnos a mitad del camino a lo que nos exige para que comiencen estas negociaciones", explicó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
Preguntado sobre ese plan republicano, que contempla un aumento temporal, de seis semanas, del techo de la deuda, Reid comentó: "Vamos a esperar y ver lo que hace la cámara (baja)".
La Casa Blanca informó de que la reunión entre Obama y los líderes demócratas del Senado se prolongó durante una hora y media.
En ese encuentro el presidente reafirmó que no va a permitir que una facción de los republicanos "tenga a la economía de rehén de una agenda política extrema que incluye demandas como dejar sin fondos a la Obamacare (la reforma sanitaria)", según la Casa Blanca.
La residencia presidencial recordó, además, que los líderes demócratas del Senado están preparando un proyecto de ley que eliminaría la "amenaza" de la suspensión de pagos y elevaría el techo de la deuda por un año.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, consideró hoy "una señal alentadora" la propuesta republicana para aumentar en seis semanas el tope de la deuda pública.
No obstante, Carney puntualizó que Obama prefiere una solución a más largo plazo "a estas crisis fabricadas".
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