Irán tiene más uranio enriquecido del que necesita y planea utilizar eso como arma de negociación en las conversaciones sobre su programa nuclear la semana próxima en Ginebra, afirmó el miércoles Alí Larijani, presidente del Parlamento iraní.
En una entrevista con The Associated Press, Larijani dijo que el tema del uranio sobrante será puesto sobre la mesa en las conversaciones con las potencias occidentales en el contexto de si el país detendrá su enriquecimiento de uranio al 20%, una concesión clave que se espera que haga.
"A lo largo del proceso de las negociaciones, sí, se pueden decir las cosas y se puede conversar sobre este asunto", afirmó en las márgenes de una reunión de la organización mundial de parlamentos.
El uranio enriquecido en un 20% está mucho más cerca de convertirse en material para ojivas nucleares, muy por encima del nivel necesario para los reactores atómicos que producen energía, pero Larijani dice requerir el enriquecimiento mayor sólo para energía, investigación e isótopos usados en tratamientos médicos, no para armas nucleares.
Dijo que Irán produjo el uranio enriquecido por sí solo porque la Agencia de Energía Atómica de las Naciones Unidas no se lo quería proporcionar.
"Pero tenemos algo de excedentes, la cantidad que no necesitamos. Pero sobre eso podemos tener ciertas conversaciones", afirmó.
Irán planea negociar en torno a su programa nuclear la semana próxima con Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Washington y sus aliados acusan a Teherán de utilizar su programa nuclear civil como una fachada para desarrollar armas atómicas.
El presidente estadounidense Barack Obama reveló en una entrevista con la AP el viernes pasado que las agencias de inteligencia de Estados Unidos creen que a Irán le sigue faltando un año o más para construir un arma nuclear, en contraste con la evaluación israelí de que a Teherán le falta mucho menos tiempo para tener un arma de ese tipo.
Obama y el presidente iraní Hasán Ruhani también son los primeros gobernantes de sus países en tener contacto directo en más de 30 años, algo que ha molestado a algunos sectores radicales en Irán, según reconoció Larijani.
"Se encuentran un poco pesimistas en torno a ello; tienen sospechas. Así, tienen su propia influencia, y ejercen presión, pero nosotros apoyamos al señor Ruhani. Y, Dios mediante, tendrá el respaldo del Parlamento (en las conversaciones nucleares)", dijo el funcionario.
Larijani, exnegociador principal de Irán en el tema nuclear, dijo creer que no habrá avances la semana próxima a menos que Estados Unidos ofrezca reducir algunas de las duras sanciones económicas impuestas por Occidente contra Teherán.
Ambos países rompieron relaciones después de la Revolución Islámica de 1979, cuando una multitud allanó la embajada estadounidense en Teherán. Cincuenta y dos rehenes estuvieron retenidos 444 días.
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