No le pidas peras al olmo

Yesenia Ramos Vásquez

Opinión

El olmo es un árbol que ofrece sombra y semillas para algunos animales granívoros como los jilgueros. En si mismo tiene la función de crear y distribuir con el viento, un fruto que contiene la semilla, que servirá para su futura reproducción, pero jamás, jamás, el olmo dará un fruto comestible para el humano, tan delicioso y tan dulce como la pera.

Entendiendo que el propósito del olmo, es solo servir de sombra, de alimento a los animales, y producir las semillas para su futura reproducción, entonces por qué le ´´pedimos peras al olmo’’ como dicen los españoles.

Que significa pedir: rogar, demandar, requerir, exigir, solicitar, reclamar, mendigar, pretender, querer, desear, apetecer.

´´Expresar a alguien la necesidad o el deseo de algo para que lo satisfaga´´ (RAE)

´´Decir [una persona] a otra, lo que espera o desea que esta dé o haga, con la intención de que realmente lo dé o lo haga´´

En todos los ámbitos de la vida, en algún momento, las personas solicitamos a otra que está en una posición de jerarquía o igualdad, respecto a nosotros, que nos den peras, sin que estos tengan la menor capacidad de hacer lo que le pedimos o requerimos, debido a su propia naturaleza.

Le solicitamos demandamos y exigimos a un gobierno dirigido por personas mayores, que solo conocen las artimañas del engaño y las políticas dictatoriales, que sean democráticos, respetuosos de los derechos del pueblo y que administren bien los recursos del Estado, sabiendo nosotros, que estas exigencias están fuera de su jurisdicción intelectual y conductual, debido a los patrones de pensamientos y comportamentales que están arraigados en su naturaleza.

Le rogamos, requerimos y mendigamos a parejas o personas comunes, que sean extra – ordinarios o que hagan, actúen y piensen de forma extra – ordinaria. Vivimos deseando que otros descubran la exquisitez de la pera que somos nosotros, cuando su paladar es simplemente una semilla de olmo, que solo sirve de sombra, de alimento para animales o para su propia reproducción; es decir pedimos a una persona egoísta o perdida en sí mismo, que piense en los demás. Pedimos algo que no es natural para ese alguien; actitudes que no están integradas en su repertorio.

Requerimos a nuestros amigos, familiares y jefes que sueñen nuestros sueños y entiendan nuestros propósitos, sin acabar nosotros de reconocer que son nuestros, no de ellos, por lo tanto, no tienen que entenderlos, estar de acuerdo con ellos o compartir nuestras ideas.

Solo cuando entendamos nuestra naturaleza y la de los demás, podremos iniciar una convivencia desde el respeto; Aceptando lo que otro puede dar o no y motivando los cambios necesarios: De posición, de lugar, de relación, de espacio, de opinión, de patrones de pensamiento y de conductas, solo en nosotros mismos, para nuestro propio bienestar, pero permitiéndole a los demás seguir siendo olmos según su propia naturaleza.

Pedir peras al olmo, significa pedir algo imposible, algo que no es natural o querer exigir demasiado. Iniciemos los cambios en y por nosotros mismos, con la esperanza de que puedan dar sus frutos comestibles y repercutir o influir positivamente en la sociedad, la familia, los amigos y para nosotros mismos, pero pase lo que pase, seamos peras y dejemos al olmo ser olmo.
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