“He decidido crear una comisión de asesoría económica de carácter nacional e internacional y he facultado al vicepresidente ejecutivo, Tareck el Aissami, para que la instale con los asesores económicos (...) de todos los sectores”, dijo Maduro desde el acto en el que fue proclamado para gobernar Venezuela hasta 2025.
Esta comisión de asesores es “para que me ayude a recoger las propuestas (...) y me colaboren en este esfuerzo central al que voy a dedicar mi vida”, agregó.
La promesa principal de Maduro en la campaña electoral fue recomponer la grave situación de la economía de la nación, la peor de su historia, agravada, sobre todo, durante su primer mandato.
Aunque insiste en acusar a los opositores y a factores externos de los problemas de escasez, hiperinflación, transporte y deterioro del sistema de salud, dijo entender lo difícil que es para un trabajador sobrevivir con los bajísimos salarios de la nación.
En este sentido reivindicó la entrega selectiva de bonos que aplicó su Administración en el último año y distribuidos a través del “carné de la patria”, un mecanismo que sus opositores aseguran que es usado como medio de “manipulación”.
“¿Quién puede vivir con el salario actual? Viven pariendo, ¿no?, y los salva el bonito mensual, pero viven pariendo, yo sé trabajadores públicos, yo sé lo que es parir, porque he vivido pariendo”, dijo el jefe de Estado en el acto en el que el Poder Electoral lo proclamó como presidente reelegido.
Maduro alabó también su victoria que ha sido ampliamente cuestionada por los opositores y por casi una veintena de gobiernos.
El principal crítico de ese resultado fue su primer rival, el excandidato Henri Falcón, quien sostiene que el pago de bonos que ofreció el jefe de Estado a los votantes es un “delito electoral”.
Falcón le señaló también de cometer una serie de irregularidades en la campaña y en la propia jornada electoral del pasado domingo, unas denuncias de las que aseguró tener documentación.
Maduro respondió indirectamente a todos esos señalamientos y alabó su victoria con casi el 70 % de los votos, aunque el proceso representó la elección presidencial con menor participación de la historia -una abstención de 53 %-, lo que se debió principalmente a los abstencionistas que rechazaban el proceso.
“Tuve una gran victoria (...) nadie me ha regalado esta victoria”, afirmó.
Aseguró que la decisión de la mayoría de los opositores de no participar, porque desconfiaban en la transparencia del proceso, no desestima su victoria y repudió la decisión de Falcón de desconocer el proceso.
“Henri Falcón se autosuicidó” con esa decisión, dijo Maduro, “políticamente hablando”.
0 comentarios:
Publicar un comentario