De los 193 países que participaban de la Asamblea, 191 se expresaron inequívocamente contra el “embargo económico, comercial y financiero” de Washington a la isla caribeña.
La delegación estadounidense, que el año pasado se había abstenido de votar, volvió a votar en contra, después que la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que la sesión de votación no pasaba de un “teatro político”.
Al hablar ante el cuerpo de diplomáticos antes de la votación, Haley dijo que Washington estaba dispuesto a seguir apoyando su política hacia Cuba “aunque nos quedemos solos”.
“No tememos el aislamiento”, dijo la representante estadounidense.
El discurso de Haley sorprendió por el tono de fastidio que utilizó para minimizar la importancia de la votación.
“Una pérdida de tiempo”
“Cada año la Asamblea General de la ONU pierde su tiempo examinando esta cuestión”, sostuvo Haley, afirmando que la organización no tiene ninguna facultad para hacer que Washington modifique una política que está codificada en la ley.
Haley adelantó que Estados Unidos mantendrá el embargo a Cuba “mientras el pueblo cubano siga siendo privado de sus derechos”.
“El bloqueo a Cuba está codificado en la ley estadounidense y sólo el Congreso puede finalizarlo”, dijo.
La abstención estadounidense en la votación del año pasado se dio en el marco del proceso de aproximación que Estados Unidos habían comenzado en 2014 y se plasmó con la reapertura de las respectivas embajadas en 2015.
Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Washington decidió enfriar ese proceso y reinstalar el clima de desconfianza y distanciamiento que primó en esa relación durante medio siglo.
EE.UU. “se ha quedado solo”
Este miércoles el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, ocupó la tribuna de la ONU para expresar su “más enérgica condena a las declaraciones irrespetuosas, ofensivas e injerencistas” de Haley.
Rodríguez dijo que sólo en el último año el impacto económico del embargo a Cuba fue estimado en 4.305 millones de dólares, “el doble de la inversión extranjera directa que el país necesita para que la economía pueda avanzar hacia el desarrollo”.
De acuerdo con el canciller cubano “no hay una cubana ni servicio social en Cuba que no sufra privaciones y consecuencias del bloqueo”, impuesto por el presidente John F. Kennedy a la isla en 1962.
Aún con relación al discurso de Haley, Bruno apenas concedió que la diplomática estadounidense tenía razón en un aspecto: Estados Unidos, una vez más, “se ha quedado solo”, apuntó.
Durante el debate, la delegación de Rusia lamentó el “retroceso evidente” en las relaciones entre Washington y La Habana después del inicio de una reaproximación hace tres años.
China, su vez, se sumó a una declaración del Grupo de los 77 en favor de la resolución para poner fin al embargo.
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