Actualmente la ley brasileña permite el aborto en casos de violación, cuando peligra la salud de la madre o en casos de anencefalia, un defecto serio congénito del cerebro.
En la práctica, las mujeres con dinero suelen tener acceso a abortos seguros en clínicas privadas, mientras que las que son pobres recurren a prácticas más arriesgadas. Un sondeo académico financiado en parte por el Ministerio de Salud estimó que más de 400.000 mujeres tuvieron un aborto en Brasil en el 2015.
La medida aprobada el miércoles a la noche establece que para efectos de las protecciones constitucionales, la vida comienza en la concepción.
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