Trump, quien pasa unas vacaciones en su club de golf de Nueva Jersey, se dirigió a la nación el sábado después de que un conductor blanco arrolló con su automóvil a un grupo de contramanifestantes antirracistas en Charlottesville. Ellos se manifestaban pacíficamente contra una marcha de neonazis y nacionalistas blancos.
El presidente no señaló a ningún grupo en particular el sábado y en cambio recalcó que “muchos bandos” fueron los culpables de la violencia entre supremacistas blancos y manifestantes en esa ciudad de Virginia. Aseveró que “el odio y el racismo” evidente en el país ya existían mucho antes de su candidatura.
Trump tenía programada una ceremonia breve sobre una ley para ayudar a veteranos de guerra, pero sus planes quedaron frustrados por los hechos en Virginia, en los que murieron tres personas: una mujer al ser arrollada por el vehículo que embistió a la multitud que se oponía a los racistas, y otras dos al caer un helicóptero policial.
En su campo de golf, Trump dijo que recién había hablado con el gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, y que “acordamos que el odio y las divisiones deben cesar, y deben cesar inmediatamente. Debemos unirnos como estadounidenses con amor a nuestra patria... con genuino afecto entre nosotros”.
“Condenamos de la manera más enfática esta grotesca muestra de odio, racismo y violencia por parte de muchos bandos, muchos bandos. Es algo que ha estado ocurriendo desde hace mucho tiempo en nuestro país. No se trata de Donald Trump. No se trata de Barack Obama. Es algo que ha estado ocurriendo desde hace mucho, mucho tiempo”, añadió.
Agregó que “la prioridad ahora es restaurar inmediatamente la ley y el orden y la protección de vidas inocentes”. Tras dar esas declaraciones y firmar la ley, Trump se fue del salón, ignorando las preguntas de los reporteros sobre qué opinaba del hecho de los supremacistas blancos lo apoyaban a él, o si consideraría terrorismo al hecho en que un vehículo embistió a un grupo de manifestantes antifascistas.
El domingo, la Casa Blanca emitió una declaración en la que buscó ampliar las observaciones de Trump.
“El presidente dijo enérgicamente en su declaración de ayer que él condena todas las formas de violencia, intolerancia y odio y, por supuesto, eso incluye a los supremacistas blancos, al KKK, a los neonazis y a todos los grupos extremistas”, agregó el comunicado que citó a un portavoz de la Casa Blanca, no identificado. “Él llamó a la unidad nacional y a reunir a todos los estadounidenses”.
Esa no fue la apreciación del alcalde de Charlottesville, quien fue tajante al declarar el sábado que Trump avivó las llamas del odio racial, en especial durante su campaña electoral. “No voy a escatimar palabras. Atribuyo gran parte de la culpa de lo que está pasando hoy en día en el país a la Casa Blanca y al entorno del presidente”, expresó.
Durante la campaña Trump generó críticas de racismo debido a su retórica insultante contra inmigrantes latinoamericanos, y su aparente aceptación del respaldo que le declaraban grupos supremacistas blancos.
El senador por Colorado Cory Gardner tuiteó: “Señor presidente: Hay que llamar a la maldad por su nombre. Estos eran supremacistas blancos y esto fue terrorismo”.
El dirigente ultraderechista Richard Spencer y el ex integrante del Ku Klux Klan David Duke estuvieron presentes en la marcha. Duke dijo a reporteros que los nacionalistas blancos “estamos tratando de cumplir con las promesas de Donald Trump”.
El sitio web neonazi Daily Stormer alabó a Trump, afirmando que los comentarios del presidente “fueron buenos, no nos atacó, sólo dijo que el país debe estar unido, no dijo nada específico en contra de nosotros”.
0 comentarios:
Publicar un comentario