El paciente ya estaba subido al helicóptero cuando una fuerte corriente de aire lo desequilibró a poca altura sobre el cerro. El piloto intentó estabilizar la aeronave, pero esta giró bruscamente y su hélice impactó con la roca. Según informa 'Kleine Zeitung', todo sucedió a pocos metros de un abismo, pero el aparato no se deslizó del lugar de su caída inicial.
Todos los ocupantes pudieron abandonar el aparato. La fuente dice que tanto los tripulantes como el montañista salieron ilesos y solo el paramédico que debía acompañarlo sufrió una herida leve. Ambos pacientes han sido transportados a un hospital local con otro helicóptero del servicio de rescate.
El operador del vuelo y propietario del helicóptero accidentado, Roy Knaus, comentó que esta clase de misiones de rescate nunca están exentas de riesgos. "Las condiciones del tiempo siempre pueden cambiar con rapidez a una altura como esta", dijo en referencia a los 3.798 metros sobre el nivel del mar que mide Grossglockner.
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