La oposición, por su parte, hizo una movida inédita y postuló varios candidatos en cada una de las 23 plazas en disputa -20 de las cuales son regidas por el oficialismo- sin mucho alarde y mientras discute a puerta cerrada los mecanismos para lograr aspirantes unitarios y convencer a su militancia de sus posibilidades en la contienda.
El Gobierno presentó con orgullo los 23 nombres que entre este domingo y ayer formalizaron sus candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), todos acompañados por movilizaciones proselitistas que fueron coordinadas por el partido de gobierno (PSUV) y televisadas por el canal estatal VTV.
Del total de aspirantes chavistas, 10 buscan reelegirse, también suman una decena los que provienen de las Fuerzas Armadas, al menos dos fueron elegidos diputados en 2015 -cuando la oposición ganó la mayoría absoluta de la Cámara- y otro par integra la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Además, solo cuatro son mujeres, dos han sido sancionados por el Gobierno de Estados Unidos, uno recibió voto de censura el año pasado por parte del Parlamento por supuestas irregularidades en su gestión como ministro de Alimentación, y otro es hermano del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Todos son confesos defensores de la llamada revolución bolivariana y han jurado mantener el control de la mayoría de los territorios en el país, una posición a la que llegó el Gobierno en 2012 en una votación que se celebró dos meses después de la última victoria de Chávez.
La oposición venezolana, que no participó en los últimos comicios -cuando se eligió la ANC, un órgano considerado fraudulento por buena parte de la comunidad internacional-, ve probabilidades de recuperar espacios entre otras razones por la crisis que aflige al país y de la cual culpan al chavismo, en el poder desde 1999.
Sin embargo, parte de la militancia antichavista rechaza participar en las elecciones a gobernadores por estar organizadas por el mismo
CNE al que la oposición tilda de fraudulento, acusado por la empresa encargada del recuento, Smartmatic, de inflar en “al menos un millón” el número de votantes del pasado 30 de julio.
Con todo, una veintena de nombres del antichavismo circulan ya en los medios locales como aspirantes formales a dichas votaciones, adelantadas de diciembre a octubre de este año por decisión de la Constituyente.
Ha trascendido que el actual alcalde del municipio caraqueño de Sucre, Carlos Ocariz, aspirará a la gobernación de Miranda (centro norte), uno de los territorios más preciados y que es regido desde hace nueve años por el líder opositor Henrique Capriles, inhabilitado políticamente por la Contraloría.
El presidente Maduro anunció este lunes que las cuatro formaciones principales de la MUD -Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo- inscribieron candidatos en todos los estados del país.
Durante el último quinquenio el antichavismo ha acudido unido a las urnas bajo las siglas de la MUD, algo que no podrá ser esta vez en siete estados del país en los que tribunales regionales admitieron denuncias contra la coalición por supuestas irregularidades cometidas en 2016 cuando impulsaba un referendo revocatorio presidencial.
Los opositores además se exponen a la aprobación o rechazo de la plenipotenciaria Constituyente que, mediante una Comisión de la Verdad, podrá vetar las aspiraciones de quienes hayan “llamado a la violencia” durante la reciente ola de protestas antigubernamentales que se saldó con más de 120 muertos.
Mientras tanto, el hecho de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, asegurase que su Administración no descarta una “opción militar” en el país ha renovado la unidad de las filas chavistas que ayer salieron por miles a hacer frente a la “agresión imperial”.
El mismo Maduro repudió tal advertencia y llamó a unos ejercicios cívico-militares a finales de agosto, cuando espera que “millones y millones de personas” participen en este simulacro “para la defensa integral armada de la patria venezolana”.
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