"Este es el primer día de mi vida, ahora ya me puedo relajar", dijo el padre de la menor, Yehia al Matary, de 70 años, en la plaza.
Esta es la primera vez que se ejecuta a un condenado en una plaza pública desde que los rebeldes hutíes tomaron Saná en septiembre de 2014, en el inicio de la guerra que aún está en curso.
En el Yemen las ejecuciones solo se llevan a cabo en lugares públicos en casos que el crimen afecta a los sentimientos del público, como es el caso de las violaciones.
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