El acosador, que tiene 62 años, tiene prohibido además contactar con Kendall por ningún medio y no se le permite la propiedad de armas durante los tres años que dura, de momento, la orden. Thomas asegura que Kendall ha estado enamorada de él desde que tenía dos años, en que se conocieron en la oficina de correos y en el supermercado, allá por 1998.
Sus cartas, en las que el remitente utilizaba insultos para referirse a la chica, habían subido el tono intimidatorio a lo largo del tiempo.
Cuando el equipo de Kendall le pidió que parara, él solicitó hablar con la modelo porque no se creía que ella quería dejar de recibir unas cartas que ahora, por orden judicial, no podrá enviar.
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