El hecho sucedió en un vecindario de Brooklyn llamado Bay Ridge. La dominicana vive allí, en un apartamento, junto a su pareja, identificada como Byron Pérez, de 26 años.
De acuerdo a la información obtenida, los vecinos le dijeron a las autoridades que se presentaron al lugar que los gritos de la criolla eran tan altos que no dejaba dormir a nadie.
El portal DNA.info indicó que ese número de llamadas al 911 fue un récord. En ningún lugar se había llamado tanto al servicio emergencia como en esa área.
Tras las llamadas, los policías fueron al apartamento de la dominicana y le aconsejaron que le bajara el volumen a sus quejidos. Ella aceptó el consejo y dijo sentirse avergonzada por el hecho.
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