Resulta que el joven, identificado como Cesar Manaurys Rodríguez Fernandez, quien se desempeña como taxista de Uber, recibió una llamada y coge para Colinas Mall de la provincia de Santiago a buscar un pasajero.
Cuando llega al centro comercial, una patrulla del DICRIM lo intercepta y secuestra. Durante el camino desde Colinas a Cotuí lo van rellenando a golpes.
Además de golpear a Cesar Manaurys lo acusan de robo y le cuestionaban por un hombre llamado Ronald, pero este decía que no lo conocía.
Los agentes le muestran una foto en la que aparecen juntos y el le dice que conoce a ese tal Ronald como “Cotuí”.
¿Quién es el tal Ronald? ¿Por qué lo buscan? Ese angelito está siendo perseguido por asaltar junto a su banda una estación de gasolina en Cotuí.
La inteligencia del DICRIM concluyó en que si estaban juntos en la foto era porque Cesar Manaurys estaba en la banda y en el robo. Tremenda inteligencia policial.
El caso es que el joven agredido por los agentes no tiene nada que ver con el robo y de tantos golpes recibidos no puede ni siquiera enderezarse.
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