Tres días antes de que el Departamento de Seguridad Nacional quede parcialmente paralizado, los legisladores despejaron el terreno el miércoles para que el Senado apruebe una legislación que financiaría a la agencia sin las cláusulas relativas a la inmigración a las que el presidente Barack Obama se opone.
La aprobación en la cámara alta enviaría el asunto a la Cámara de Representantes, donde algunos conservadores criticaron el plan como una rendición ante la Casa Blanca. Otros republicanos pronosticaron que será aprobado, pero el presidente de la cámara baja, John Boehner, declinó decir si la sometería a votación.
"Estoy aguardando a que el Senado actúe. La Cámara de Representantes ya hizo su trabajo", afirmó en una conferencia de prensa en la que en repetidas ocasiones evadió las preguntas sobre sus planes.
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