La ciudad de Panamá complicada de tráfico por el imparable crecimiento urbano y por protestas de médicos y de "mujeres despechadas" recibe hoy a los mandatarios que han comenzado a llegar para participar desde mañana en la Cumbre Iberoamericana.
Los atascos en las principales vías de la urbe son el pan de cada día de los capitalinos desde hace tres años, cuando el Gobierno del presidente Ricardo Martinelli decidió construir la primera línea del Metro, llevar a cabo un plan de reordenamiento vial y cambiar el servicio de transporte colectivo, proyectos que esperan culminar antes de que salga del poder julio de 2014.
La Línea 1 del Metro, de 13,7 kilómetros, tiene un costo de 1.800 millones de dólares y está a cargo de un consorcio conformado por las constructoras FCC de España y Odebrecht de Brasil.
Las fuertes lluvias que han caído en las últimas horas acompañadas de tormentas eléctricas complican más situación del tráfico, y a las horas punta se forman largas filas de vehículos como en la Cinta Costera, una moderna vía rápida que bordea la Bahía de Panamá y que conecta con el hotel donde será la Cumbre, en la periferia capitalina.
También lo hacen las protestas pacíficas que en las últimas tres semanas llevan a cabo casi todos los días los gremios de salud, que mantienen desde hace 22 días un paro en el sistema público en rechazo a una ley que permite la contratación de especialistas extranjeros.
La Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal) convocó una marcha a partir de las 16 horas (21:00 GMT) hasta la sede de la Asamblea Nacional, para exigir la derogatoria de la llamada Ley 69.
El gremio asevera que esa Ley pone en peligro la estabilidad laboral de los médicos panameños y abre el camino a la privatización de la Salud, lo que el Gobierno rechaza con el argumento de que lo único que se busca con la norma es llenar las vacantes de especialistas en las zonas rurales del país.
Para hoy también se espera una concentración del "Frente de Mujeres Despechadas" en el Parque Porras, en el centro de la ciudad, en protesta por lo que consideran trato "despectivo" que Martinelli dio a cuatro dirigentes opositoras que lo criticaron en un programa de la televisión local.
"Basta que a la mujer se le trate como un trapo sucio", dijo Idalia Martínez, candidata independiente a diputada y una de las cuatro dirigentes a las que Martinelli llamó "despechadas" por criticar su gestión.
Martínez dijo que la palabra "despechada" es un término inaceptable y tiene varias connotaciones, porque se refiere a la mujer que "está sufrida, herida, amargada, resentida por el amor de un hombre que no le corresponde".
"Me dicen que había 4 mujeres despechadas hablando muy mal de mí. Les mando un beso para ellas", escribió Martinelli en su cuenta @rmartinelli.
El Gobierno dijo en un comunicado que "ante la marcha de sectores gremiales de trabajadores y organizaciones políticas anunciada para hoy, garantiza el pleno ejercicio de los derechos de expresión y manifestación de nuestro pueblo".
"En el marco del Estado de derecho y plena vigencia de la democracia y dentro de los límites que establece nuestra Constitución, la Policía Nacional protegerá el normal desarrollo de la manifestación, a la vez que la vida y bienes de la población", indicó la misiva oficial.
El Gobierno dispuso que la mayoría de los dignatarios lleguen a Panamá por un aeródromo ubicado en una antigua base militar estadounidense ubicada en las afueras de la capital, desde la que se puede llegar al hotel sin pasar por la ciudad, sus "tranques" y sus protestas.
La XXIII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, España y Portugal, bajo el lema "La Comunidad Iberoamericana en el Nuevo Contexto Mundial", será inaugurada mañana y finalizará el sábado.
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