La Colectiva Mujer y Salud hizo un llamado a las autoridades civiles, a los medios de comunicación y a la opinión pública para que no permitan que los casos de pedofilia que involucran a sacerdotes católicos queden impunes, a la vez que manifestó su consternación por la gravedad de las denuncias.
Asimismo catalogó de atípico el silencio del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, ya que sostienen no ha dado la cara, y le atribuyeron responsabilidad en la fuga de los dos sacerdotes polacos acusados de violaciones a menores.
“Hemos visto a la Iglesia Católica hacer todo lo que está a su alcance para ocultar los abusos sexuales imputados a sacerdotes; la hemos visto obstaculizar investigaciones policiales y judiciales, presionar a medios de comunicación para que bajen el perfil a sus reportajes, e interferir con denunciantes y testigos mediante chantajes, presiones y sobornos”, manifestó la organización en una nota de prensa donde dan a conocer su posición sobre el tema.
Añade que “lo que nunca hemos visto, ni aquí ni en ninguna parte, es a las autoridades eclesiásticas asumir un rol proactivo y de apoyo real –y no solo verbal- a las autoridades judiciales que investigan estos casos”.
Sobre la rueda de prensa que ofreció el Arzobispado de Santo Domingo el jueves pasado para referirse al caso estima que “deja pocas dudas en cuanto a la verdadera agenda de la iglesia, siendo motivo particular de preocupación su insistencia en negar o minimizar las acusaciones”.
A la Colectiva le preocupa la lentitud -por no decir desidia- con que se ha estado moviendo la justicia en los casos de Constanza, Bonao y Juncalito, lo cual consideran no da lugar a mucho optimismo, como tampoco el que ninguna autoridad judicial se haya siquiera referido al hecho de que la jerarquía eclesiástica conocía de las acusaciones de pedofilia contra el padre Alberto Gil y el nuncio apostólico Jozef Wesolowski y, en vez de colaborar con las autoridades civiles, optaran por destituirles de sus cargos y dejarlos salir del país.
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