Paul Offit no toma vitaminas y dice que deberías pensarlo de nuevo antes de ingerir una dosis equivalente a ocho melones.
“Frecuentemente se le da demasiada confianza a la medicina alternativa”, dijo Offit al corresponsal médico de CNN, Sanjay Gupta. “Creo que deberíamos sujetar a la medicina alternativa a los mismos estándares que a la medicina tradicional. Está rodeada de esta especie de halo intocable. Creo que deberíamos ser un poco más escépticos”, agregó.
Offit, jefe de la división de enfermedades infecciosas del Hospital de los Niños en Filadelfia, presentó el mes pasado su libro: ¿Crees en la magia? El sentido y el sinsentido de la medicina alternativa.
Las vitaminas y los suplementos son necesarios para convertir los alimentos en energía, pero se pueden consumir en exceso, dijo Offit. Por ejemplo: no es raro escuchar que alguien tome 1.000 miligramos de vitamina C, pero esa cantidad es el equivalente a la que contienen 14 naranjas.
“Las vitaminas existen bajo esta idea de que no puedes hacerte daño (...) Pero sí puedes, al desafiar a la Madre Naturaleza, tomar esas vitaminas y concentrarlas en cantidades excepcionalmente grandes que normalmente nunca comerías”.
Tal vez hayas escuchado el término “antioxidante” como una palabra de moda que se aplica a algunas vitaminas. Los antioxidantes contrarrestan a los radicales libres; esas moléculas que se producen cuando tu cuerpo descompone los alimentos o durante las exposiciones ambientales a agentes como el humo del tabaco y la radiación, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Los radicales libres dañan las membranas celulares y el ADN.
Los médicos recomiendan consumir una dosis saludable de frutas y vegetales que contienen antioxidantes que evitan que esto ocurra y que al parecer reducen el riesgo de contraer enfermedades cardiacas y cáncer.
Sin embargo, la oxidación es necesaria para la vida, e impedir gran parte de este proceso podría ser dañino, ya que las células que tienen que destruirse, como las células cancerosas, no se destruirán.
Ha habido varios estudios importantes que demuestran los efectos nocivos de las vitaminas.
Offit escribió en el diario The New York Times que en 1994 se publicó en la revista New England Journal of Medicine un estudio en el que se evaluó a 29,000 fumadores finlandeses y se descubrió que el betacaroteno está relacionado con la muerte por enfermedades pulmonares y cardiacas.
En otro estudio que se publicó en el New England Journal of Medicine se demostró que la combinación de betacaroteno y vitamina A está relacionada con un riesgo 46% mayor de muerte por cáncer pulmonar.
La biblioteca Cochrane efectuó un análisis en 2012 sobre varias pruebas clínicas al azar, en el que se demostró que el aumento en el riesgo de muerte podría estar relacionado con el betacaroteno, la vitamina E y dosis más altas de vitamina A.
La explicación posible, dijo Offit, es que las vitaminas y los suplementos de antioxidantes, si se consumen en grandes cantidades, provocan un comportamiento innatural en el cuerpo, ya que se sobrecombate la oxidación y se debilitan las defensas que el sistema inmunitario tiene para repeler a los invasores.
En respuesta a la editorial de Offit, la organización no lucrativa Asociación de Productos de Consumo para el Cuidado de la Salud de Estados Unidos (CHPA, por sus siglas en inglés) respondió que existen investigaciones sobre los beneficios de los multivitamínicos y que esos suplementos son parte importante del régimen de cuidados de salud de muchos consumidores.
“Los consumidores siempre deben ser cuidadosos al considerar ingerir ‘megadosis’ de cualquier suplemento, investigar cuidadosamente esas opciones y aclarar cualquier duda con un profesional de la salud”, señaló la CHPA.
“Aunque Offit comparte su propia hipótesis acerca de los suplementos de antioxidantes en este artículo, aún se necesita confirmación. Hasta entonces, esperamos que se lleven a cabo futuras investigaciones que ofrezcan una guía para la salud pública”.
El Consejo para la Nutrición Responsable, una asociación comercial estadounidense que representa a la industria de los suplementos alimenticios, reaccionó duramente al libro de Offit y señaló que “entreteje una serie de viejos argumentos desgastados”.
“La reputación de Offit como médico respetado está bien establecida, por lo que su desprecio por el valor de los suplementos alimenticios es aún más desafortunado”, dijo Steve Mister, presidente del consejo, a través de un comunicado.
“Sería una pena que los consumidores que lean este libro confundan la opinión de un médico con la opinión de toda la comunidad médica. Es importante que los consumidores entablen un diálogo abierto con su proveedor de servicios de salud acerca de sus regímenes de suplementos alimenticios y esperemos que este libro no los disuada de hacerlo”.
Offit dijo a CNN que, a pesar de la popularidad generalizada de las vitaminas y los suplementos, los médicos no deberían exhortar a los pacientes a consumir esas sustancias sólo porque los usuarios lo piden, dijo. “Creo que el mensaje es: los pacientes no son clientes y nosotros no somos meseros”.
Si la industria de las vitaminas se regulara, tendrían que ponerle un recuadro negro de advertencia en el paquete a los suplementos, agregó.
Como la industria no está regulada, nadie sabe si los remedios alternativos son iguales o si tienen una concentración estándar en todos los lotes, dijo Offit. Tampoco se dispone de datos sobre la seguridad o la eficacia de estos productos, como los hay sobre los fármacos que regula la Dirección de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
“Creo que la gente tiene la idea equivocada de que los suplementos alimenticios y las vitaminas los fabrican unos duendes o unos hippies entre praderas y flores”, dijo.
Miriam Falco, de CNN, colaboró con este reportaje.
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