Padres se gozaron su día desde bien tempranito
Por: Blanca González
Si hay una fecha en la que los jefes de la casa no tienen excusa para celebrar, aunque tengan que madrugar, es precisamente en el Día del Padre.
El cansancio de la semana queda atrás con la alegría que da "despertarte tempranito y recibir el cariño de tus hijos y luego sacarlos al parque a pasear", precisó Armando Blanco, quien orgulloso vestía la franela que su hijo le hizo en el colegio.
Como Armando, decenas de papás se veían ayer en parques y plazas, jugando fútbol con sus pequeñitos, montando bicicleta, alborotados en los columpios, corriendo tras la mascota de la casa o comiéndose un helado para refrescarse del calorón. "Este es un día especial, salimos muy temprano, después vamos a almorzar y llegaremos a la casa de tarde", dijo Luis Palma.
"Siempre venimos al parque a jugar fútbol, pero hoy me hace especialmente feliz poder compartir con él", aseguró Asmad Mohamad, quien le pasaba el balón a su pequeño, enseñándole algunos trucos de balompié.
Para Ángel Benito, el ser padre joven tiene su encanto, a pesar de que "uno tiene que costear la diversión en su día". Refirió que su hijo lo levantó a las seis de la mañana, pero "este día no tiene precio".
A Miguel Gómez los ojos le brillaban de felicidad, pues salir con sus hijos "no es una obligación, lo disfruto tanto. Ojalá todos los días fueran así", cuenta mientras recuerda que su esposa se quedó en casa "preparando el sancocho para más tarde".
En el Parque Los Caobos nos sorprendió Alejandro Catalá, un uruguayo que llegó de visita a Venezuela con su familia hace una semana sólo para que su esposa estuviera el Día de los Padres con su papá.
"Me levanté temprano, hice el desayuno y salimos todos a la calle con mi suegro. Son momentos importantes donde la familia debe estar unida", dijo.
Por su parte, Eliseo Silva, el suegro de Catalá, indicó "antes los hijos íbamos a ver a nuestros padres a la casa en su día, ahora prefiero que me saquen a pasear".
El sancocho o la parrillita "pa' mas tarde" era a consideración de los papás consultados, el premio que les aguardaba en casa.
Comentarios como "no entiendo como un padre puede vivir lejos de sus hijos, o mi vida no tendría sentido sin mis muchachos", fueron las frases que se repitieron a lo largo de la mañana de ayer, en la que los jefes de casa dejaron bien claro que el rol de padre es algo que asumen con conciencia, madurez y alegría.
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